RESEÑA BIBLIOGRÁFICA
Reseña  de Historia reciente, género y clase trabajadora,
  Karin  Grammático, 
Mariela Marini y Wanda Wechsler (comps.). Imago Mundi, 2018. 
Pablo Seckel1
1 FFyL-UBA/UNAJ, pseckel@gmail.com
La reciente  publicación del libro compilado por Karin Grammático, Mariela Marini y Wanda  Wechsler, Historia reciente, género y clase trabajadora, publicado  por la editorial Imago Mundi, representa un acontecimiento de carácter  polifónico y colectivo. 
  Polifónico en el sentido que le diera Bajtin en los comienzos  de la década de 1980, para dar cuenta de la interacción de múltiples voces,  conciencias y puntos de vista. A lo largo de la lectura del libro se van  entretejiendo las voces de los autores y las autoras de los distintos capítulos  con las voces de trabajadores, militantes políticos, dirigentes sindicales,  hombres y mujeres, que brindaron sus testimonios para los trabajos reunidos en  esta compilación. Testimonios todos que nos acercan a una diversidad de  memorias, temporalidades, relatos, recuerdos y silencios que se ciernen sobre  el pasado reciente argentino. 
  El libro es fruto de un diálogo colectivo entre historiadores  y cientistas sociales y el equipo de investigación dirigido por Karin  Grammático en la Universidad Nacional Arturo Jauretche en el marco del programa  “Experiencias, luchas y memorias de trabajadoras y trabajadores en el pasado  reciente argentino” (2012-2015). Se trata de una obra que es el resultado de  ese diálogo y debate conjunto a lo largo de varios años de trabajo e  investigación entre distintas perspectivas teóricas y disciplinares. 
  Por su parte, Historia reciente, género y clase  trabajadora es un aporte original a un campo disciplinar relativamente  nuevo en la Argentina y América Latina, la historia reciente o historia del  pasado reciente. Desde el retorno democrático en la década de 1980, este campo  ha tenido una marcada expansión, tanto en publicaciones como en congresos y  debates académicos.
La problemática de estudio  predominante es la violencia política de los años sesenta y setenta del siglo  pasado. La tónica del debate estuvo caracterizada por temas como la represión  estatal durante la última dictadura cívico-militar, la radicalización política  previa, las organizaciones armadas y sindicales, su accionar durante ese  período, y la represión clandestina bajo el terrorismo de estado. 
  Siguiendo las líneas principales del debate, los textos que  componen Historia reciente, género y clase trabajadora suman nuevas  problemáticas y perspectivas de análisis a la discusión. Así, nos encontramos  con interesantes cruces entre la historia del pasado reciente con otras  tradiciones críticas de la historiografía, como la historia obrera, la historia  de las empresas, la historia desde abajo y la historia de género. 
  En cuanto a su estructura, el libro se encuentra dividido en  cinco capítulos que pueden agruparse en dos partes que dialogan y se  complementan. Por un lado, los capítulos 1 y 2 forman una unidad en la que se  ofrece una discusión teórica sobre qué es y cómo estudiar el pasado reciente  argentino. En el resto de los capítulos, predominan los análisis de casos y las  experiencias localmente situadas. La historia de las empresas se cruza con el  estudio de la militancia social y política, y ambas con los estudios sobre  memoria y género. 
  El primer capítulo, “Diálogos y debates en la historia  reciente argentina”, a cargo de Debora D´Antonio y Ariel Eidelman, se pregunta  si es posible establecer una definición acerca de qué es o a qué nos referimos  cuando hablamos de historia reciente. Entendiendo a esa noción, como un pasado  cercano cuyos ejes centrales son los complejos procesos sociales, políticos y  culturales que tuvieron lugar en las décadas de 1960 y 1970. Para los autores  del primer texto del libro, la historia reciente refiere a un período singular  en el que se articulan elementos históricos específicos en el marco de “una  unidad contradictoria estimulada por la lógica de los conflictos sociales”.  Esta unidad histórica contradictoria se desarrolla, entre el Cordobazo y el fin  de la última dictadura cívico-militar, es decir, entre 1969 y 1983. Pero a su  vez, dicha etapa se encuentra articulada por diferentes momentos y fases. La  primera, entre 1969 y mediados de 1975, caracterizada por la radicalización de  la protesta obrera. La segunda fase actúa como respuesta a la primera y se  caracteriza por el despliegue de una voluntad fundacional y de “transformación  de la sociedad en un sentido reaccionario”, 
  cuya principal expresión es el  terrorismo de estado de la última dictadura cívico-militar. Para D´Antonio y  Eidelman el uso y elaboración de fuentes orales y testimoniales son la  principal herramienta metodológica para abordar el pasado reciente argentino. 
  Esta estrategia metodológica es desarrollada con mayor  precisión teórica y analítica por Alejandra Oberti en el capítulo 2, titulado  “Entre generaciones: militancia y transmisión”. Recurriendo a referencias  teóricas hoy devenidas clásicas a la hora del estudio del testimonio, como son  las obras de Michel Foucault, Giorgio Agamben y Paul Ricoeur, Oberti nos ofrece  una reflexión crítica acerca de la relación que establecen con el pasado los  testimonios de la militancia política argentina de los años setenta. Este  capítulo indaga en la dimensión cotidiana que presentan los proyectos  revolucionarios. Temas como la afectividad en “las relaciones personales, las  relaciones con los hijos y las políticas destinadas a dirigir y educar cuerpos”  para formar a los “nuevos” sujetos revolucionarios se hacen presentes en la voz  de tres generaciones de mujeres militantes: madre, hija y abuela. Al estar  desfasados temporalmente de los sucesos recordados, los testimonios releen el  pasado desde el presente o recuperan un pasado del que aún tienen memoria. El  estudio intergeneracional de los testimonios de la militancia femenina le  permite a Oberti establecer una relación entre “el modo en que las  organizaciones concibieron lo personal, lo político y las relaciones entre  ambos términos”. 
  En el capítulo 3, titulado “Género, trabajo y experiencia:  perspectivas teórico-metodológicas para el abordaje de las narrativas  biográficas”, Florencia Partenio explora el mundo laboral de principios del  siglo XXI, a través de las voces de mujeres trabajadoras. Partenio ensancha y  cuestiona los límites de la historia reciente establecidos en el capítulo 1, al  analizar la experiencia de lucha de mujeres obreras en fábricas recuperadas,  surgidas en el contexto de la crisis neoliberal que se abre en el país en  diciembre del 2001. Su texto introduce en el debate la noción de experiencia  acuñada por E. P. Thompson, pero releída desde una perspectiva de género y  feminista. Esta relectura le permite acercarse a la experiencia cotidiana de  trabajadoras por medio de sus narrativas biográficas. En el trabajo se hacen  presentes, y en primera persona, las voces de mujeres que reconstruyen su  experiencia laboral cotidiana en entornos laborales y políticos  predominantemente masculinos, como la industria textil y 
  metalúrgica, y las asambleas de  la cooperativa. Las narrativas colectivas femeninas permiten articular la  experiencia cotidiana con “las formas de organización de las agencias de las  mujeres”. Según Partenio, los vínculos entre experiencia y agencia permiten  explorar las razones materiales y morales que llevan a las personas a  transformar sus condiciones de vida y de trabajo. 
  La noción de experiencia también se retoma en el texto de  Federico Lorenz, en su análisis sobre los avatares que sufrieron los miembros  del sindicato de Astilleros ASTARSA. En el capítulo 4, “Algunos aportes a la  historia de los trabajadores en la década del setenta”, el historiador recupera  temas largamente trabajados en investigaciones previas, para acercarnos al  estudio de la experiencia de la clase trabajadora argentina durante el último  cuarto del siglo XX. Lorenz narra la historia de la Agrupación Naval Peronista  “José María Alesia”, fundada en 1973 por un grupo de trabajadores de astilleros  ASTARSA. Se trata de una agrupación sindical combativa en un período clave de la  historia argentina. Focalizándose en este caso específico, el autor aborda una  serie de dimensiones y aspectos centrales del período que, como se marcó en el  capítulo 1, abarcan el ciclo de reactivación de la movilización y organización  obrera desde fines de la década de 1960 y la etapa de retroceso y  desmantelamiento en los tiempos inmediatamente anteriores y posteriores al  golpe de Estado del 24 de marzo de 1976. Escapando a los análisis complacientes  y simplistas, se exploran las complejas tensiones existentes entre militancia  sindical y lucha armada. Se analizan también, los vínculos entre la represión  de la que son blanco los trabajadores desde fines de 1973 y el terrorismo de  Estado que se inicia en 1976. Si bien el autor muestra que ambos procesos no  son comparables, señala formas de articulación entre ambas etapas. 
  Por último, y cerrando la compilación, encontramos el texto  de Victoria Basualdo, “Militancia y organización obrera de base durante la  primera mitad de los años setenta: una aproximación desde la historia oral al  caso de Alpargatas en Florencio Varela”. La autora propone el estudio de las  formas de organización sindical y militancia política en el lugar de trabajo,  de sus tenciones y contradicciones. Para ello, al igual que Lorenz, acota el  universo estudiado, y analiza el caso concreto de la empresa textil Alpargatas  en Florencio Varela, tomando como fuente principal de información, entrevistas  orales realizadas a trabajadores, militantes, delegados y 
  miembros de la comisión interna  de la fábrica. A partir del estudio de las diversas experiencias de  organización y militancia de los trabajadores de Alpargatas, Basualdo ingresa  al mundo de la protesta social y de la militancia política, en especial en el  período de radicalización que comienza en 1973, cuando los obreros cuestionan  activamente a sus comisiones internas. La lucha de los trabajadores y  trabajadoras de Alpargatas estuvo caracterizada por un fenómeno poco estudiado  por la historiografía: “la proletarización de un conjunto de militantes  políticos que por distintos medios y con distintas trayectorias decidieron,  orgánica o inorgánicamente, ingresar a trabajar en el establecimiento fabril”. 
  En  síntesis, se trata de una obra colectiva que, desde distintas disciplinas,  perspectivas y abordajes, contribuye con un acercamiento crítico y novedoso a  un campo en construcción, el campo de los estudios del pasado reciente  argentino. A través de las voces de múltiples protagonistas, el libro nos  acerca a una pluralidad de mundos posibles que se enriquecen a partir del  abordaje de la historia y las ciencias sociales.